Cuando desperté no quedaba nada... Sólo estaba esa pequeña luz al final del gran tunel que siempre veía cuando conducía a los demás hacia el más allá....
Me sentía débil... creí que me desmayaría... creí que estaba herido, y que mi sangre salía de mi cuerpo como ríos de lava ardiente... Por momentos incluso creí que era humano....
martes, 21 de agosto de 2007
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